¿Qué es la jornada intensiva?
La jornada intensiva es el tipo de jornada laboral que se completa sin pausa que rompa el ritmo de trabajo. También se conoce como jornada continua. Únicamente podrá interrumpirse con los descansos que son obligatorios por ley , 15 minutos, si se trabaja más de 6 horas, y ese tiempo de descanso se considera tiempo efectivo de trabajo. Este tipo de jornada es más habitual en verano.
¿Cómo se regula la jornada intensiva?
Al no estar regulada en el Estatuto de los Trabajadores, se aplicará en unos determinados meses, julio y agosto, de julio a septiembre, vacaciones escolares…, según el Convenio Colectivo del sector al que pertenezca la empresa. Ese será el documento que recoja la posibilidad de desarrollar este tipo de jornada, y las condiciones en las que se hará. Cada empresa, respetando su Convenio Colectivo, aplicará la jornada intensiva según sus posibilidades. Será la compañía la que fijará las condiciones en las que se llevará a cabo esta jornada. Si no está reconocida en el Convenio, la empresa no está obligada a aplicarla.
¿Qué sucede si el Convenio Colectivo al que pertenece la empresa no regula la posibilidad de implantar la jornada intensiva?
En estos casos, será la voluntad de la empresa la que decida implantar la jornada intensiva en verano. Habrá que dejar muy claro a la plantilla, y a sus representantes, que es una concesión voluntaria y para un tiempo determinado. Si no está reconocida en el Convenio, la empresa no está obligada a aplicarla. Su implantación es una decisión libre de la empresa, sin estar obligada a ello. Es decir, será por voluntad de la empresa el hecho de que pueda aplicarse la jornada intensiva.
¿Cómo podemos informar a la plantilla de que la jornada intensiva es por una decisión voluntaria de la empresa?
En este caso, hay que dejar constancia por escrito de que se trata de una concesión voluntaria y, por lo tanto, no se puede convertir en un derecho adquirido por los trabajadores. Podrá suprimirse, modificarse o revocarse cuando la empresa lo considere necesario. No se puede consolidar como una condición obligatoria de la empresa. Recordemos que se ha concedido por voluntad, lo que, también implica que no ha de ser igual cada año: se podrá regular la duración de la jornada intensiva en función de las necesidades de la empresa. No tiene porqué volver a repetirse en próximos veranos o en distintas épocas. Para dejar constancia de la libre decisión de la empresa en implantar la jornada intensiva se puede incorporar una cláusula en los contratos que se firmen con los nuevos empleados y hacer un anexo a los contratos de los trabajadores que ya estén incorporados a la empresa.
¿Cómo recupera la empresa el tiempo trabajado de menos durante la época de jornada intensiva?
Para implantar la jornada intensiva hay que consultar el número de horas de trabajo anuales que marca el Convenio Colectivo por el que se regula la empresa. Dependerá de la distribución del trabajo que haga la empresa, y de cómo se regule en el propio contrato de trabajo y en el Convenio Colectivo. Lo habitual es que, el tiempo que se trabaje de menos durante la jornada intensiva, se recuperará a lo largo del año. Se distribuirán irregularmente las horas para que los empleados trabajen más tiempo en invierno a cambio del tiempo que trabajarán menos durante la época de jornada intensiva, en el verano. Al finalizar el año deberán cumplir el total de horas marcado en el Convenio y la duración máxima de la jornada será de 40 horas semanales de promedio en cómputo anual. Otra opción sería que la empresa decida regalar ese tiempo trabajado de menos, pero es una opción que casi no se contempla por las empresas, ya que, en este caso, trabajarán menos horas durante el año.
¿Cuáles son las ventajas de la jornada intensiva para los trabajadores?
Podemos destacar como ventaja la reducción del estrés en la plantilla. También, permite conciliar mejor la vida profesional con la vida familiar, ya que implica más tiempo libre para el ocio, la familia, descansar, actividades con amigos… Ahorra costes a los trabajadores, que no necesitarán comer fuera de casa o tener que llevarse la comida al trabajo. Supondrá una percepción favorable de la empresa cuando ofrece jornada intensiva a sus empleados. Se genera un mayor compromiso con el cumplimiento de los objetivos por parte de los trabajadores.
¿Cuáles son los beneficios de la jornada intensiva para la empresa?
Una buena conciliación de la vida laboral y personal provoca la reducción del absentismo laboral y que la plantilla trabaje más motivada. Para algunas empresas supone un ahorro en costes de suministros, cuanto menos tiempo estén los trabajadores en el centro de trabajo, menos gastos se generarán: los recursos se usan de una manera más eficiente. Mejora de la reputación de la empresa. Los trabajadores intentan cumplir sus objetivos en una jornada de trabajo algo más reducida, lo que provoca un incremento de la productividad empresarial.
¿Cómo repercute la jornada intensiva en la economía en general?
Este tipo de jornada supone una ventaja para la economía global de un país. Al tener más tiempo libre, el trabajador puede ocupar el resto del día en realizar otras actividades de ocio, compras, formación, cultura, deporte… Todo ello supone una reactivación de la economía, lo que no puede suceder cuando el trabajador no dispone de tiempo libre por estar demasiadas horas en su puesto de trabajo.