Para gestionar con éxito el cambio en los recursos humanos de nuestra empresa necesitamos combinar tres elementos clave: el desarrollo de la carrera profesional de la plantilla, la retribución emocional y el sistema retributivo. Sólo de esta forma, “conseguiremos captar y retener el talento para formar un proyecto empresarial común”.
Así lo manifestó el martes Javier Montero, director general de QualityConta, durante el VIII Taller de Innovación de Despachos Profesionales que organizaron SAGE y el Centro de Innovación de Despachos Profesionales. Un encuentro en el que profesionales de distintos ámbitos analizaron la gestión del cambio que viven las empresas en procesos tecnológicos, comerciales y de recursos humanos, con el objetivo de poder adaptarse a la nueva realidad del mercado.
Precisamente, sobre este último punto, Montero destacó la necesidad de que los miembros de la plantilla desarrollen una carrera profesional que les permita especializarse en la compañía. “Cuando el trabajador se incorpora a la empresa -explicó- debemos detallar cuál sera el recorrido de su formación y las ventajas que supone para su futuro”. Así, debemos fomentar que participe en cursos de actualización de su especialidad, en cursos de idiomas y en otros programas de formación que se encuentren relacionados con su labor aunque no sean directamente de su competencia.
La retribución emocional constituye otro de los elementos a tener en cuenta. Por ejemplo, la empresa tiene que elaborar un calendario laboral que sea favorable para el desarrollo del trabajo y aplicar, al mismo tiempo, políticas de conciliación familiar. En este sentido “el teletrabajo constituye un gran aliado”, subrayó Javier Montero. También es importante ofrecer una retribución flexible adaptada a las necesidades de cada empleado en la que se incluyan, entre otros, ticket guardería, ticket transporte y seguro médico”, subrayó Javier Montero.
En tercer lugar, el director de QualityConta citó los beneficios que supone implantar un sistema retributivo en el que se incluya una retribución fija y otra variable. “La retribución variable permite motivar a los todos los miembros de la plantilla y modular los salarios cuando la compañía atraviesa una situación económica difícil, sin perjudicar el importe final de la nómina”, añadió. Dicha retribución debe estar compuesta, entre otros aspectos, de una evaluación del desempeño, así como de objetivos económicos individuales pero también generales. “Todos ganamos, si todos apostamos”, añadió.
